Los 10 Mandamientos
Los Diez Mandamientos, también conocidos como el Decálogo, de las palabras griegas δέκα (diez) y λόγος (palabras), son un conjunto de principios éticos y de adoración, que juegan un papel importante en el judaísmo y el cristianismo.
Incluyen instrucciones como adorar solo a Dios y guardar el día de reposo, así como también prohibiciones en contra de la idolatría, asesinato, robo, deshonestidad y adulterio. Diferentes grupos religiosos siguen distintas tradiciones en cuanto a la manera de interpretarlos y enumerarlos. Los Diez Mandamientos aparecen dos veces en la Biblia hebrea: en los libros de Éxodo y Deuteronomio. De acuerdo a la historia narrada en el libro de Éxodo, Dios escribió estos mandatos en dos tablas de piedra, las que dio a Moisés en el Monte Sinaí, según el relato, cuando bajaba del monte, vio al pueblo que estaba adorando un becerro de oro y enfurecido las rompió. Posteriormente, pidió a Dios que perdonase al pueblo y sellase con él un convenio, entonces, el Señor ordenó a Moisés que tomara dos lajas de piedra y en ellas quedaron escritos los Diez Mandamientos del pacto, reconviniéndole que no deben tolerar la desobediencia. En hebreo antiguo, los diez Mandamientos son traducibles como las diez palabras. De acuerdo con el Éxodo 31,18 fueron grabados por el propio Dios sobre dos tablas de piedra. Es probable que se trataran de dos tablas de arcilla, del tipo utilizado en la escritura cuneiforme. Según las escrituras, Moisés estuvo en el monte 40 días y 40 noches. En el Éxodo 20, 1-17 y Deuteronomio 5, 6-21 aparecen dos versiones diferentes de los mandamientos. La versión del Éxodo difiere de la del Deuteronomio en dos elementos.
1. Proporciona un motivo religioso, en lugar de humanitario respecto a la observancia del sábado.
2. Al prohibir la codicia, incluye a la mujer del prójimo junto con sus propiedades, en lugar de hacerlo por separado.
Haré la observación de que cuando Moisés bajaba vio al pueblo que estaba adorando al becerro de oro, enfadado rompió las tablas, pero posteriormente, volvió a subir y pidió a Dios que perdonase al pueblo y sellase con él la alianza. Entonces Dios pidió a Moisés que tomase dos planchas iguales y en ellas escribió los 10 preceptos de la alianza. En contradicción con el versículo 1, Dios ordena a Moisés escribir una alianza, versículo 27 que contienen otras clausulas Éxodo 34, 27-28. Personalmente todo esto da a entender una sola cosa, sus contradiciones, que Moisés fuera capaz el sólo de escribir los "mandamientos", todo esto deja bien claro el hecho de que ningún Dios grabó ninguna ley, Moisés que era la cabeza del grupo de israelitas dedicó 40 días y 40 noches a redactar de su propia mano y propia ley los mandamientos, los mismos que él luego volvió a copiar sin ayuda de nadie, lo que hace más que evidente que fue su propia mente quien redactó las leyes desde el principio. En Éxodo y Deuteronomio Dios le dice a Moisés que él será Dios, lo que deja mas que evidente lo anterior dicho, Moisés se consideró a los ojos de los demás una deidad superior y mintió al pueblo para que creyeran sus propias leyes. En realidad, los 10 mandamientos engloban los principios comunes para toda la humanidad, los filósofos y teólogos escolásticos del medievo, como Tomás de Aquino y Buenaventura sostienen que todos los mandamientos son parte de las leyes naturales. Según esta interpretación, lo que Dios le mandó escribir a Moisés no fue los 10 mandamientos, sino un conjunto de ordenanzas como muchas otras que contiene el Pentateuco.