El arca de Noé al descubierto
Una vez consumada la catástrofe bíblica ordenada por Dios, el Arca de Noé habría encallado en la cima del monte Ararat, en la frontera de Turquía con Armenia, y desde ese lugar el patriarca bíblico inició la refundación y repoblación de la tierra.
Andréi Poliakov, orientalista y explorador ruso que subió en el año 2003 al Monte Ararat, asegura que: “Cuando estuvimos en Najicheván, región azerbaiyana que significa ‘país de Noé’, un experto local nos enseñó la tumba de Noé, quien habría estado sepultado allí hasta 1983. Además, supuestamente el único trozo fosilizado del arca se conserva en la Catedral de Echmiadzin, reliquia que es objeto de peregrinación desde tiempo inmemorial y que llegó al templo en la Edad Media de manos del monje bizantino Iakob”. En junio de 1949 una misión de la fuerza aérea americana fotografió lo que parecía ser una enorme construcción de madera metida entre el hielo. Y en 1955 el alpinista francés Fernand Navarra aseguró haber observado una estructura de madera a más de 4 mil metros de altura y que identificó positivamente como el Arca de Noé. Adicionalmente, logró rescatar un travesaño de madera negra que encontró entre el hielo. Una de las pruebas más concretas de la existencia del Arca se produjo en 1962, luego que un avión espía norteamericano U2 fotografiara un enorme objeto metido entre el hielo del monte Ararat, una formación geológica inusual situada sobre los 4.600 metros que semeja haber sido depositaria del arca, ya que presenta la forma de un navío en forma de hoja, muy similar a la caricatura popular del arca con forma de barco, y cuyas medidas son bastante parecidas a las descritas en la Biblia. Esta fotografía ha sido estudiada durante más de 40 años por expertos de la NASA y todavía no se llega a ninguna conclusión.
Un estadounidense llamado Dr. Brandenburger de la Universidad Estatal de Ohio, recibió las fotografías para estudiarlas, ya que el Dr. Brandenburger era reconocido por su talento en Fotogrametría, ya que era un experto para las fuerzas armas de los EE.UU. El Dr. Brandenburger, se dedico a estudiar las imágenes y dijo: “No cabe duda que se trata de un barco sobre la montaña”, esta frase fue la que despertó el misterio en varios científicos y fue entonces cuando iniciaron las investigaciones para saber que tipo de barco, había posado sobre la montaña Ararat. En 1993, Porcher Taylor, profesor y analista estadounidense, descubrió que junto con las fotos conocidas de 1949 y 1962 de la anomalía del Ararat también existían otras fotografías sacadas por un avión espía y fotos de alta resolución sacadas por la CIA en 1973 usando el satélite militar KH-9 y hasta fotos más sofisticadas realizadas por el satélite KH-11. La anomalía del Ararat se encuentra a cuatro mil 663 metros de altura, está en la zona noreste del Monte Ararat y está cubierta por hielo glacial. El tamaño de la formación, de acuerdo a las imágenes del satélite, tiene unos 309 metros, que equivaldrían a los 300 por 50 metros que medía el Arca de Noé. Aunque parecía que el descubrimiento marchaba bastante bien, resulto que el arqueólogo encontró en los alrededores del Arca de Noé, pelo de color rojo y excremento de animales, esto demostró que no se trataba de un barco corriente. Le hicieron varias pruebas a los restos de madera que se encontraban allí, y se descubrió que el arca fue cubierta por resina, con el cual Noé logró cubrir los agujeros que podrían causar que el agua penetrara la madera del arca. Otra de las pruebas encontradas, fue que alrededor del arca, hay una cantidad de anclas que pertenecen al arca, ya que la teoría supone que Noé lanzo varias anclas de piedra en las aguas, para que el arca se estabilizara y pudiera quedar estática, mientras las aguas bajaban. Esta nueva expedición asegura que las pruebas del carbono 14 indican que los restos tienen una antigüedad de 4.800 años, lo que ha despertado escepticismo entre la comunidad científica esta es la fecha aproximada en la que, según la Biblia habría tenido lugar el Diluvio Universal. Muchos aseguran que al mismo gobierno islámico turco no le interesa en lo más mínimo ayudar a develar el misterio, pues ello equivaldría a transformar al monte en un lugar de peregrinación de cristianos.