jueves, 6 de julio de 2017

El verdadero Noé

¿Quién fue realmente Noé?
    Noé fue, de acuerdo con el Tanaj y la Biblia, junto con su esposa, sus hijos Sem, Cam y Jafet, y sus nueras, uno de los ocho supervivientes del gran diluvio desatado por Dios para destruir a los descendientes violentos de Adán y Eva. 
  Yahvé le dio instrucciones para que construyera un arca grande hecha de madera de gofer, que sirvió para albergarlo a él y a su familia, así como a todas las especies de animales, durante el diluvio. También es considerado por las religiones abrahámicas como el padre de la humanidad a través de los descendientes de sus tres hijos. Según las escrituras, fue el décimo y último de los superlongevos patriarcas antediluvianos. Aunque este es el relato más conocido en Occidente, existen otras antiguas narraciones aproximadamente mil años anteriores a la bíblica con historias de un largo diluvio y un arca con animales. En la mitología mesopotámica, Gilgamesh, antiguo rey sumerio, se encuentra con Utnapishtim, una persona que sobrevive al diluvio gracias a un arca donde llevaba todas las especies vivientes de animales, enviando algunos para adivinar si había tierra firme si alguno no regresara. Noé sería una especie de Utnapishtim. Además, relatos similares de un gran diluvio en las creencias de los antiguos sumerios, chinos y babilonios. Como sucede con el relato de Gilgamesh, es posible que ambas historias se basen en un hecho real. Algunos autores suponen que los judíos conocían y se inspiraron en el mito de Utnapishtim o de Ziusudra cuando escribieron la Biblia.

     El mito del diluvio de Gilgamesh es una historia del diluvio en el Poema de Gilgamesh. Muchos académicos creen que el mito del diluvio fue añadido a la Tablilla XI del Poema de Gilgamesh por un editor que utilizó la historia del Poema de Atrahasis. Una pequeña referencia al mito del diluvio también está presente en poemas de Gilgamesh sumerios más antiguos, de donde las versiones posteriores babilónicas consiguieron buena parte de su inspiración y temática. La épica de Atrahasis nos da información adicional del diluvio y su héroe que se omite en la tablilla XI de Gilgamesh y otras versiones del mito del diluvio en el Próximo Oriente antiguo. En el contexto de la historia completa, es difícil ver cómo una riada local puede cumplir estos propósitos. El uso de una metáfora comparable en la épica de Gilgamesh es simplemente una imagen que evoca a la muerte más que una descripción literal de la inundación. Gilgamesh, también conocido como Istubar, es un personaje legendario de la mitología sumeria. Según el documento llamado lista Real Sumeria, fue el quinto rey de Uruk hacia el año 2650 a. C. Básicamente el texto mesopotámico relata lo siguiente: "Enlil decide destruir a la humanidad porque le resultan molestos y ruidosos. Ea advierte a Uta-na-pistim para que construya un barco. El barco se deberá llenar de animales y semillas. Llega el día del diluvio y toda la humanidad, excepto Uta-na-pistim y sus acompañantes perecen. Uta-na-pistim se da cuenta de que las aguas bajan y suelta un ave". Este poema Mesopotámico es más antiguo que el Génesis. Esto, obviamente deja muy mal parada a la Biblia y a su escritor.

    Pero no solo eso, hay muchos más relatos que son muy similares a lo que nos cuenta el Génesis sobre Noé y el diluvio y que además son muchos más antiguos a este relato bíblico, lo que deja bien claro, que el autor del diluvio no hizo más que una copia de la tablilla sumeria, suprimiendo a los dioses que él mismo consideraba paganos y sustituyéndolos por Dios y cambiando el nombre de Gilgamesh por Noé. 
   En Egipto, en el Libro de los Muertos el dios Atón menciona la desaparición de la tierra por “el océano del cielo” en los inicios de los tiempos. Se ha querido ver en esta metáfora una alusión a un gran diluvio. En relatos Griegos podemos ver que según cuenta la mitología helénica, hubo un gran diluvio provocado por la ira de Zeus. Esta historia es relatada en la tradición de Licaón y su prole que, según la leyenda, fue el primero en habitar Arcadia. Siguiendo lo que cuenta el relato, Los hijos de Licaón tenían una naturaleza tan malvada que provocó la cólera de Zeus y la decisión de generar un gran diluvio que destruyese a todos los mortales. Prometeo, conociendo los planes de Zeus, avisó a su hijo Deucalión para que él y su esposa, Pirra, construyeran una gran embarcación para salvarse de la cólera de Zeus. Tras nueve días de lluvias, cesó el diluvio y unos días después la embarcación encalló en el Parnaso.En este relato se basaba la mitología griega para explicar la aparición de la humanidad tras la purificación. 

   En la India encontramos más de lo mismo. En las Escrituras védicas de la India encontramos a un rey llamado Svayambhuva Manu, el primer hombre según la mitología hindú, fue advertido por un pez de la futura llegada de un diluvio. Gracias a este aviso, Manú pudo construir una embarcación que le salvó la vida. La mitología hindú todavía prevé futuros diluvios purificadores de la humanidad. Si nos vamos a las Américas hayamos los siguiente, la tradición maya habla de dos cataclismos: un gran diluvio de agua llamado Haiyococab que purificó en el pasado a la humanidad y un diluvio de llamas de fuego que volverá a hacer lo mismo en el futuro. Y además en el manuscrito azteca denominado como Códice Borgia (Códice Vaticano), se recoge la historia del mundo dividido en edades, de las cuales la última terminó con un gran diluvio a manos de la diosa Chalchitlicue. Tras esto queda constancia de quién era verdaderamente Noé, un personaje inventado como los demás para su interpretación bíblica. Nunca se conocerá realmente quién fue el personaje real del supuesto diluvio, aun así, el texto del Génesis carece de validez ninguna ante los demás.

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