Moisés
Moisés es una figura importante para el judaísmo, el cristianismo, el islam y el bahaísmo, donde se lo venera como profeta, legislador y líder espiritual.
Es un hebreo que creció como un príncipe egipcio. Las referencias fundamentales acerca de Moisés se hallan en las Sagradas Escrituras del monoteísmo. Para el judaísmo, Moisés es el hombre encomendado por Dios para liberar al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto y conducir el Éxodo hacia la Tierra prometida, siendo por ello el primer profeta y legislador de Israel. Según la tradición bíblica, Moisés era descendiente de Leví, transmitió la Ley al pueblo hebreo y sentó las bases para el sacerdocio y el culto israelita. La tradición judeocristiana atribuye a Moisés la autoría de los cinco primeros libros bíblicos. En cuanto a evidencia material extra-bíblica acerca de Moisés, los arqueólogos carecen de ella. Fuera del marco de la creencia, la falta de objetos que permitirían corroborar o incluso evaluar la validez de los textos bíblicos, genera hipótesis y conjeturas diversas. La historia de la vida de Moisés es narrada en la Biblia, específicamente en la Torá. El texto bíblico narra cómo Moisés lideró la salida de los hebreos de Egipto y recibió los Diez Mandamientos de manos de Yahveh en el Monte Sinaí. La tradición sostiene que Moisés vivió 120 años. Una parte de la historiografía sugiere que Moisés nunca existió como figura histórica, y que el Éxodo es un mito. Si el Éxodo tuvo lugar durante el fin de la era de los hicsos en Egipto, tal y como afirman algunos expertos, entonces sus documentos sobre Moisés probablemente habrían sido destruidos deliberadamente cuando los egipcios los expulsaron. Si bien esta teoría plantea el problema de que los hicsos conocían la escritura y que el alfabeto hebreo fue inventado siglos más tarde. Las primeras inscripciones en protohebreo datan del siglo X a.C.
Las referencias adicionales sobre Moisés datan de muchos siglos después de la época en la que supuestamente vivió. Se desconoce si se basan únicamente en la tradición judía o si también han tomado aspectos de otras fuentes. En el siglo III a.C., Manetón, un cronista y sacerdote heleno-egipcio, afirmó que Moisés no era judío, sino un sacerdote egipcio resentido, y que el Éxodo fue en realidad la expulsión de una colonia de leprosos. Incluso si Moisés se acepta como figura histórica, hay varios aspectos del relato bíblico que pueden ser reinterpretados. La hipótesis de Manetón de que Moisés era en realidad egipcio es absolutamente plausible. Se ha sugerido que pudo haber sido un noble o príncipe egipcio influido por la religión de Atón, o simplemente un simpatizante de la cultura hebrea. Los hebreos pudieron haber creado la historia a partir de los relatos de Sargón de Acad para legitimar su creencia. Asimismo, la historia del nacimiento de Moisés presenta puntos en común con la leyenda asiria de Sargon de Acadia, lo que puede sugerir un carácter mítico. Durante el siglo XIII a.C., pues el faraón durante la mayoría de ese tiempo fue Ramsés II, el cual se considera habitualmente que fue el faraón con el cual se tuvo que enfrentar Moisés de quien se dice haber obligado a los hebreos a construir las ciudades de Pithom y Ramesés. Estas ciudades se conocen por haber sido construidas bajo Seti I y Ramsés II, haciendo a su sucesor Merenptah el posible faraón del éxodo.
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