martes, 19 de septiembre de 2017

Los milagros del desierto

Explicación a los "milagros"
El agua amarga de Mará.
   Si nos fijamos detenidamente en el relato del éxodo, Moisés tras liberar a los israelitas de la esclavitud y cruzar el mar Rojo vagan por el desierto en busca de agua. Sin embargo, al encontrarse en el desierto, la cosa se complica. El relato de la Biblia nos cuenta un suceso que supuestamente realiza Dios para dar de beber a los israelitas. “Llegaron a Mará, y no pudieron beber las aguas de Mará, porque eran amargas... Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y Moisés clamó a Dios, y Dios le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron… y allí los probó”. Lejos de esto se obtienen pruebas de cómo se puede endulzar el agua amarga sin necesidad de ayuda divina alguna.
   La Stevia es la planta edulcorante natural, su consumo no afecta al indice glucémico, no a la hipertensión. La Stevia, esta planta de hojas dulce, incluye cerca de 200 especies reconocidas. Sus hojas son 30 veces más dulces que el azúcar común y su extracto seco de 200 a 300 veces más dulce. Se produce por esquejes, con ubicación soleada, soporta temperaturas altas y se suele encontrar en charcas de aguas del desiuerto. Cuando la planta se llena de flores, es el momento de recortarla, dejándola a 10cm de altura, esas hojas pueden endulzorar el agua. De modo que Moisés lo que usó fue la Stevia para dar de beber a los israelitas, al margen de cualquier milagro bíblico, ya que esa planta es totalmente natural.

El milagro de la roca
   El agua puede terminar metida en una roca de manera natural de varias formas. A veces, por muy maciza que parezca una roca, es posible que en su interior existan huecos vacíos que aparecen durante su formación. Por un lado, la lava que sale del interior de nuestro planeta suele ir acompañada de gas que puede quedar atrapado en el interior de las rocas mientras se enfrían y solidifican, dejando huecos en invisibles que no se pueden ver desde fuera. Estos mismos agujeros se pueden encontrar también en las rocas sedimentarias, formadas por la compactación de pedazos más pequeños de roca. Entre esos pedazos de roca de distinto tamaño también pueden aparecer huecos que se vuelven permanentes a medida que el material se consolida con el paso de los años. Y a veces ocurre que el agua empieza a fluir a través de los huecos que hay dentro de estas rocas, ya sea porque hay alguna grieta por la que el líquido se puede colar o por la propia porosidad del material. En este caso, los minerales que transporta el agua se van depositando lentamente sobre las paredes interiores de estos huecos, formando cristales poco a poco. 
    La cuestión es que, si la temperatura es la adecuada, entonces los minerales transportados por el agua se podrán depositar lentamente sobre la superficie de estos huecos de manera ordenada, formando cristales. A estas estructuras se le llama una geodas y tienen más o menos esta pinta cuando salen a la luz y les pegas un martillazo para abrirlas.Pueden extraerse de la roca directamente si están metidas en un tipo de roca blando pero, en general, de eso se encarga la propia erosión. Con el paso del tiempo, la roca más blanda que rodea las geodas se va erosionando y, al final, podemos encontrarlas prácticamente sueltas cerca del lugar donde se formaron. Los guías turisticos suelen enseñar hoy a los visitantes del Sinaí la roca de la que se supone que Moisés sacó agua al golpearla. De hecho, es muy posible encontrar agua debajo de una piedra calcarea porosa si se palpan zonas húmedas y se golpea con fuerza. Moisés seguramente aprendió este método de supervivencia durante su estancia con los midiamitas.

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