Libro apócrifo de Adán y Eva

"Y el Señor dijo a Adán y a Eva: Ustedes han transgredido por su propia y libre voluntad, y salieron del jardín en el que yo los había colocado. A través de su deseo por la divinidad, la grandeza, y un estado exaltado, como el que tengo, así que yo les privé de la naturaleza brillante, que entonces tenían, y los hice salir del jardín. Si tan sólo no hubieran transgredido mi mandamiento y habrían guardado mi derecho, y no hubieran comido del fruto del árbol que le dije que no comieran, pues habían árboles frutales en el jardín, unos mejores que otros."
Libro de Adán y Eva, capítulo 6, apartado 4-6

"Pero el malvado Satanás no mantuvo su fe y no tenía buenas intenciones hacia mí, y a pesar que yo lo había creado, me consideró inútil, y solicitó la Divinidad para sí mismo; por esto yo lo arrojé del cielo, pues ya no podía permanecer en su primera morada. El fue el que hizo el árbol agradable a sus ojos, hasta que comieron, creyendo en sus palabras. Así fue transgredido Mi mandamiento, por lo tanto, he traído a usted todos estos dolores."
Libro de Adán y Eva, capítulo 6, apartado 7-9
En los capítulos 9 y 10, nos damos cuenta de un Adán infantil e irresponsable de sus propios actos. Se narra como el propio Adán intenta suicidarse en repetidas ocasiones por el hecho de no soportar la carga de la consecuencia a su decisión de comer del fruto prohibido. Datos de la Organización Mundial de la Salud muestran que 800 mil personas se quitan la vida todos los años en el mundo. Eso significa que, cada 40 segundos, alguien se suicida.
Y de acuerdo con los datos, la mayoría de los suicidas son mayores de 50 años y las principales víctimas son hombres. Esto respalda en gran medida lo que nuestro texto dice, los intentos de echar la culpa intrínsecamente a Eva y los intentos de suicidio de Adán no son cosa de solo ellos. El teólogo Arilton de Oliveira, explica que la práctica del suicidio siempre existió y, en el propio registro bíblico, hay varios casos como el de Abimelec (Jueces 9:54), Saúl (1 Samuel 31:4 y 15), Ahitofel (2 Samuel 17:23), Sansón (Jueces 16:29,30) y Judas (Mateo 27:5). Según el razonamiento del Dr. Rodriguez, la psicología y la psiquiatría demuestran que el suicidio es, con frecuencia, el resultado de una intensa revolución emocional o un desequilibrio bioquímico asociado a un profundo estado de depresión y temor. Está claro que Adán después de la expulsión del jardín se siente lacio, deprimido y sin ganas de vivir en ese mundo inhóspito y cruel que él mismo desconocía, además de que su temor a Dios se engrandece a cada momento pidiendo piedad sobre él en cada apartado del libro.
"Y nosotros, cuando estábamos en el jardín, no nos preocupábamos por él, pero desde que vinimos a esta tierra extraña, todo ha sido difícil y hasta lo necesitamos para nuestro cuerpo. Pero cuando Eva escuchó estas palabras, lloró, y era tanto el dolor de su llanto, que cayeron en el agua, y quedándose tendidos en el agua, empezaron a ahogarse, pues así estaba estipulado que la vida de los seres debía terminar de alguna manera."
Libro de Adán y Eva, capítulo 9, apartado 8-9
Estudio realizado con la colaboración de Desirée Sánchez.
Estudio realizado con la colaboración de Desirée Sánchez.
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